Sin remedio

Mentiría si dijera que todos los días pienso en postear algo en este pobre blog abandonado. Sin embargo, a veces logro vencer a la desidia y aquí estoy otra vez haciendo de las mías.
Me dí cuenta de que aún no he aprendido cómo postear un contador y un ventana de mensajes, creo que tengo que dedicarle algo de tiempo para aprender.
Pero no todo es fracaso, al fin hice una fotografía en el cuarto oscuro que me ha gustado enormidades.

En diciembre del año pasado fuí con mi media naranja a un congreso en Cambridge, mientras él se divertía en las pláticas de físicos, yo me divertía entre el frío y la neblina tomando fotos. Después de 3 días había que regresarnos a Oxford en un carro que un amigo nos había prestado, pero... pero no contábamos con que el very fancy car se iba a descomponer a mitad de una autopista de 4 carriles sin acotamiento y llena de camiones de carga. Eso sin contar con que eran las 5 de la tarde y ya estaba completamente oscuro y hacía bastante frío. Después de una laaaaaaaarga historia para poder conseguir una grúa, tuvimos que esperar alrededor de una hora para que llegara, casi nos congelamos en la espera...
A eso de la 8 de la noche nos encontrábamos ya en el pueblo más cercano: Kettering. Un villa que no tiene ningún atractivo turístico y que se recorre a pie en 20 minutos de lado a lado, fin.
Tuvimos que pasar ahí dos noches (la historia del hotel es para otro post) y después de aburrirnos en el frío por horas y horas, los del taller mecánico nos dijeron que no, que el carro ademas de que se iba a tardar como 3 semanas en estar listo, la suma de la compustura iba a ascender como a 1000 libras, lo cual ameritaba esperar al dueño del dichoso carro. Así que nosotros nos regresamos a Oxford, por tren. Justo lo que no queríamos hacer, ¿por qué? Ah¡ porque no hay transporte directo, hay que cambiar como 3 veces de estación y pagar una fortuna por ello.
Pero la recompensa llegó, tarde pero llegó, hace dos semanas por fin pude revelar mi rollo y oh¡ sorpresa me he llevado al descubrir que había varias fotos que realmente me gustaban.
Así que ahora tengo mucho trabajo en el cuarto oscuro.

Hasta la próxima

De como empezó todo

Ahora de cómo empezó todo. Hace algunos varios años, estaba yo en la secundaria cuando tuve por primera vez mi propia cámara, era una de esas automáticas con una especie de rollo bien delgadito, la cámara era igual de flaquita (como yo) y hacía sonidos bien chistosos cuando tomaba las fotos. Como siempre he sido una ociosa, me dedique a tomarle fotos a mis gatos, a mí con mis gatos, a mi familia con mis gatos y a los árboles con mis gatos.
Los gatos se murieron, pero la manía de tomarle fotos a todo no desapareció del todo, así que un día tuve otra cámara, una mejorcita, más sofisticada, una pentax (que sigo usando porque me fascina ver la cara de la gente cuando los apunto con la lente jiji). Lo malo es que siempre acudía a las tiendas kodak o algo así, para revelar e imprimir mis fotos. Ya no decir si se me ocurría comprar rollo blanco y negro, porque entonces tenía que gastar una fortuna en ver el resultado de mis esfuerzos como fotógrafa, los cuales generalmente eran una calamidad. Y me arrepentía enormidades por haber gastado esa fortuna en rollos y revelado.

Hace algunos poquitos años, Gabriel me regaló una cámara digital, una pequeña (como yo) samsung, que me ha permitido tomarle fotos a todo, a las paredes, a los coches, a mi perro, al jardín, a las nubes, a quien se deje, pero sobre todo me ha permitido ahorrar dinero en rollos y revelado. Con esta cámara he tomado fotos que definitivamente me gustan demasiado.

Ahora que la tecnología ha avanzado y las memorias de todos tipos nos invaden, he descubierto, tardíamente, las bellezas del cuarto oscuro, sus misterios intínsecamente enmascarados, sus olores tan penetrantes en mi nariz como en el papel, su singular simpleza, su ampliadora y ese despiadado correr del tiempo, la clase siempre termina cuando yo apenas estoy empezando a sentirme segura en ese mundo. No importa, esa ha sido mi frase desde que era una super pequeña, así que porque no aplicarla ahora también y decir, que importa que los megapixeles sean poquitos, que importa que la composición no incluya a phi, que importa todo, si lo único que importa es este momento que ya se fué.

Aquí mis fotos, con mi entrañable samsung, hasta la próxima.

Inauguración

ejem, ejem...

estimados todos, estoy inaugurando este bloguito, ya por fin despues de como veinte mil años que lo tenia al pobre por ahí arrumbado. La custión es que soy demasiado horrenda para este tipo de cosas y me clavo en la onda de que se tiene que ver super chido, por supuesto que eso nunca sucede verdad?, así que hoy decidí que ya, sea como sea había que inagurar.

Muchas gracias por su asistencia y los invito a pasar para que brindemos, con una copita ¡hip!, por... por... bueno ustedes pásenle por su vinito de honorrrrr

Adiuu y les dejo unas fotillos que acabo de tomar hoy mesmo